Contracrónica: amistad, agua y más agua.
Cuando dos amigos, muy amigos, comparten deporte, pero no equipo, esperan ansiosos el calendario que ofrece la Federación para ver el día de “su partido”, ese partido que hace que por un momento no formen parte del “mismo equipo”. Pues bien ocurrió que la fecha en concreto era el 19 de diciembre. ¡Cuántas veces hablarían del partido!. Pero ocurrió que por aquellos días empezó a llover, y el partido se tuvo que aplazar. Y siguió ocurriendo que llovía y llovía,..., se acabó la sequía y hasta se llenaron los pantanos. Hasta por tres veces se tuvo que aplazar el partido. Pero por fin hoy, tres meses después, se ha podido disputar el encuentro. Se lo pasaron en grande: “yo te hago un bloqueo”, “ y yo te pongo un tapón”, pero si a alguno le ocurría algo, lo primero era preguntarle al otro cómo se encontraba y chocarle la mano. El partido terminó; el partido de la amistad, si es verdadera, dura toda la vida.
Cuando dos amigos, muy amigos, comparten deporte, pero no equipo, esperan ansiosos el calendario que ofrece la Federación para ver el día de “su partido”, ese partido que hace que por un momento no formen parte del “mismo equipo”. Pues bien ocurrió que la fecha en concreto era el 19 de diciembre. ¡Cuántas veces hablarían del partido!. Pero ocurrió que por aquellos días empezó a llover, y el partido se tuvo que aplazar. Y siguió ocurriendo que llovía y llovía,..., se acabó la sequía y hasta se llenaron los pantanos. Hasta por tres veces se tuvo que aplazar el partido. Pero por fin hoy, tres meses después, se ha podido disputar el encuentro. Se lo pasaron en grande: “yo te hago un bloqueo”, “ y yo te pongo un tapón”, pero si a alguno le ocurría algo, lo primero era preguntarle al otro cómo se encontraba y chocarle la mano. El partido terminó; el partido de la amistad, si es verdadera, dura toda la vida.
Arriba Cordobasket
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