Hoy me he jubilado. Tengo setenta años; quería haberlo hecho antes, pero el gobierno amplió la edad. Así que, me he metido en internet para recordar a mis chicos cuando no rellenaban una camiseta del 16. Recuerdo todo como si fuera ayer, todo….; incluso creí que el niño iba a ser jugador profesional. Que absurdo. Iba a los partidos, me cabreaba con los árbitros, completaba la labor de entrenador con mis instrucciones precisas y adecuadas,… hice una vez de delegado de campo. Fuimos a un campeonato andaluz, con otro equipo de Córdoba; no hicimos mal papel. Mira que chillé en aquella final, casi me tienen que separar de un padre del otro equipo. Ridículo. Dedique mi tiempo a tomar estadísticas, a grabar con video o a hacer fotografías para una web que había, horrorosa por cierto, que se llamaba Picaso o Picase… Incluso ponía comentarios en un blog feísimo de los de aquella época. Cómo eran las cosa antes….
Anda que no le dimos vueltas a la final de Córdoba, como si nos jugáramos la “final for”; pero, cómo pude comerme el cerebro tanto?. Toda la intensidad que pusimos en esa liga se fue diluyendo posteriormente en los siguientes años. Qué leche!!, había que estudiar. Pude disfrutar con alguna convocatoria de la super selección cordobesa (por cierto, que si no eligían a mi niño era porque estaba amañada, pero si lo elegían era porque el chaval era de los mejores….). Incluso, me enfade con entrenadores y les advertí que cambiaría de club al pedazo de estrella de mi niño.
Qué de emociones, aunque no tienen la misma intensidad que entonces. Mis niños, vienen una vez al mes a verme, por separado, Se dedican a sus profesiones y, sinceramente, no lo hacen mal. Mi mayor amistad ahora coincide ser un padre del equipo contrario con el que me enfrenté, a través de mi hijo, en tres o cuatro ocasiones. Cómo nos reímos. Los hijos de ambos, enemigos hace 30 años en el campo, nos miran de soslayo, y no entienden la conversación. Nosotros, esa conversación la repetimos muchas veces, porque el nuestro, era el más guapo con la equipación y, por eso, el mejor de todos (la gente tenía que haberlo reconocido, pero es que hay mucha envidia)..
Y, el mío, se rie y sigue trabajando en una profesión sin futuro, aunque gane más dinero que yo. Ojala, Dios lo castigue con hijos !!!; pero, .... como el que yo tuve.
Posdata: Me acabo de acordar, que el equipo de la final del 2010 se llamaba Addipacor (donde va mi nieto a estudiar...... ), las vueltas que da la vida.
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